Quiero avanzar sin tropezar, pero de vez en cuendo un caída no está mal (siempre que te levantes). Cada error nos hace crecer y aprendemos de ellos; cada error viene con una moraleja, una enseñanza. Todos y cada uno de ellos me hizo crecer, cambiar y ser diferente... hoy soy lo que soy y mucho me lo debo a mi, a mis equivocaciones, a mis actos.
Pero a pesar de todo hay veces que tenés miedo de seguir por miedo a seguir equivocándote, tenés miedo a que te fallen, a fallar; miedo a perder y hasta a ganar... ¿Qué se hace en estos casos? ¿abandonar?. Hay una frase que realmente me llega y la empleo cada día:
"No por miedo a errar vas a dejar de jugar"
Y quien lo deja? Si al final todos jugamos hasta a lo más peligroso, la cosa es cuando te pones.
ResponderEliminar