Mi otra abuelita del alma, estás hoy cumpliendo la misma edad que mi otra abuela.

¿Qué te puedo decir? Lo hermosa que sos, lo buena persona, no lo vi nunca en nadie. Sos un ángel. La gente te quiere tanto, te ama tanto, te viven regalando cosas, te viven mimando, llamando, etc. Y como no, si mirate... la mujer que sos y siempre fuiste.

Tengo el privilegio de ser tu nieta preferida (me río cuando me lo decís al oído) por ser la primera, por compartir tanto, y tantos juegos que me acuerdo cada uno. Fui y soy tan mimada por vos, te preocupas tanto por mi y si yo no hago cosas o dejo de hacer otras muchas veces es por vos y tu salud, por verte bien y no hacerte mal.

Me encantaría poder verte más seguido y no solo por tel, poder compartir más como con mi otra abuela... pero me alcanzan tus te quiero por teléfono, las cosas que me mandas y te mando, lo que nos reímos y disfrutamos cuando estamos juntas.

Sabes todo, y no puedo explicar lo que siento por mis abuelos, es inmenso.

Sos hermosa, sos una persona increíble y lo vas a ser siempre.

Te amo abuela.

Abuela de mi alma, ayer no tuve tiempo para escribirte porque fuimos a tu casa temprano a comer los ricos canelones que haces, y estar toda la tarde hablando con la familia, abrazándote, demás.

De todas formas esto no lo lees, pero me gusta que quede guardado aca junto al resto de mis cosas, porque lo que leiste vos fue la carta que te hice... que me acuerdo bien que te dije, y fue algo así:

Estoy agradecida de tenerte en mi vida, de que me hayas cuidado desde que nací, hayas estado en mi crecimiento e involucrada en él. Me encanta como nos haces reir, me encanta escucharte y pasar momentos juntas.

Sos una persona increíble, y junto a mis otros tres abuelos son mi mayor admiración. Si me dieran a elegir como quién quisiera ser en un futuro, no elegiría un actor, una modelo linda, ni nada de eso, diría que quiero ser como ustedes, porque son mi modelo a seguir.

Me ahce feliz tenerte, poder disfrutarte; me hace feliz que vengas a la mañana a despertarnos por más que ya sepamos cuidarnos solas. Me encanta que me hagas de comer, que me cuentes cosas, que nos riamos.

Sos más en mi vida de lo que podés imaginar.

Te amocionó mucho la carta que te hice ayer, hasta la leiste adelante de todos (gracias eh jaja), y me puse tan mal verte mal por la pérdida reciente que tuviste. Pero sabes que yo, como toda la familia, estamos con vos en cada momento, para hacerte feliz. (y me encantó que te encante mi regalito).

Te amo para siempre, abuela ♥

Son mi mayor admiración.

Hoy fui a verlos como siempre porque los extrañábamos aunque los vimos ayer, y no fuimos exactaente a ver si nos convidaban de es Sandía riquísima que compran sólo por nosotras, sino para verlos. Le pinté las uñas a mi abuela al estilo cebra, le encantó. Y les dí la carta que les había hecho que mi hermana ya se las había dado y les gustó tanto, me abrazaron mucho y me dijeron que me adoraban tanto. Lo bien que me hace verlos bien, abuelos... escribí oraciones cortas, pocos renglones porque no me es an facil expresar cariño así a un familia que no sea mi hermana o mis primas, porque ustedes son gente grande, pero se pusiero TAN felices al leer eso que me llenaron de felicidad a mi. LOS AMO, y me encanta que guarden esa carta junto a todas las que tiene que desde chica les vengo haciendo, dibujos y demás. Me encanta lo que me dijeron, que aprecian más una carta así dulce que cualquier otra cosa... y me siento tan bien de hacerlos sentir bien. Yo por verlos felices doy todo.

Él es mi abuelo Pablo, trabajaba navegando en la parte de los motores por eso hoy en día esta un poco sordo, un poco nada más y te hace reir bastante eso. Conoció casi todo el mundo, tiene miles de anécdotas de cosas que le pasaron, que vió, que compró (a mi papá de chico le trajo un mono tití), etc. Es el hombre más bueno que existe, lo juro, es totalmente admirable, no hay persona que no diga 'que bueno es tu abuelo' o 'que flor de abuelo tenés' y yo orgullosa respondo que si, que es cierto. De chica hasta hace un par de años (que dejó de manejar porque chocó, se le nublaba la vista y necesitaba anteojos, pero de todas formas no estaba apto para seguir conduciendo) me llevaba a mi y a mi hermana, y a una amiga también, hasta el colegio. Si me olvidaba la mochila me la traía, si me ovidaba un libro a casa me llevaba a buscarlo. En verano compraba sandía para mi hermana y yo porque sabe que no encanta y nos daba la parte más rica mientras mi abuela rezongaba diciendo 'eeeh se llevan lo menos, no vale'.
Es un hombre espléndido, un modelo a seguir, siempre está diciendo algún chiste, riendo y haciéndote sentir bien... tiene un montón de amigos que lo adoran, lo invitan a todos lados, a viajes, a cenas, a todo. Mi abuela me cuenta que todas las señoras en el centro de jubilados estána trás de él y quieren bailar con él, y que los hombres lo abrazan, lo adoran. A ambos en realidad.
Me encanta cuando llego a su casa o viene a visitarme y me dice 'hooola mis amores' y nos abraza y nos pincha con su bigote, y no te deja de abrazar.

Mi abuela, Elvira, es gritona, muy gritona, a veces cuenta algo o habla y parece que está enojada pero como la conozco sé que no es así. Es una persona con los valores bien llevados, y es una persona con un sentido del humor inmenso, de cada dos palabras, una y media te reís. Es rezongona, me reta si tiene que hacerlo, no es la más compinche (a comparación de mi otra abuela) pero lo hace porque se preocupa mucho por nosotras.
A la mañana de más chica venía a levantarme para ir al colegio y yo le pedía que me rasque la espalda y ella todas las mañanas lo hacía. Me preparaba el desayuno, me planchaba la ropa, me hacía de comer y me peinaba. Hoy sigue viniendo a la mañana a veces porque nos extraña. Cuando sube a dejar la ropa planchada quizás me despierto y se acerca riendo como siempre y me abraza y nos quedamos hablando. Siempre me cuenta cosas que le pasaron hace mucho o de hace poco, me cuenta todo como si fuera una amiga y nos vivimos riendo. En invierno hacemos tortafritas, y ni les cuento cuando hace alguna torta (es repostera), yo atrás comiéndome todas las sobras.
En esos veranos donde yo era chica y me aburría en su casa, mientras miraba pokemón sentada acostada en el sillón me hacía glasé (si, el de cubrir las tortas), me lo ponía en una tacita azul y yo comía con una cuchara encantada de la vida.
Siempre me da los gustos, ambos... los amo con toda mi alma y no sé que haría sin ellos. Por suerte viven muy cerca de casa y cuando los extraño voy a verlos, a comer o a ayudarlos en algo. Me hacen muy bien.

Tienen una hsitoria de amor que siempre pido que me la cuenten.
Mi abuela, catorce años, hacía las cosas de la casa mientras los hermanos estudiaba y sus papás trabajaban (ella dejó el colegio en sexto y estudio corte y confección) y siempre miraba por la ventana y veía pasar a un hombre mayor que ella, unos cinco/seis años más grande, "empilchado", de traje y de sombrero con un puro siempre en la mano y paraban en la esquina con los amigos a charlar. A veces pasaba con una mujer muy linda, rubia de pelo largo, siempre bien vestidos. Le decía "pinta" a él, por estar siempre bien vestido y sobre todo por ser lindo (REALMENTE ERA HERMOSO, yo encontré una foto de él a sus dieciocho).
Con el tiempo empezaron a hablarse ya que él era amigo de los hermanos de ella. Pasó el tiempo y empezaron a salir pero los papás de ella estaban en contra de aquello ya que él era un hombre casado (aunque no estaba más con esa mujer) y era muy mal visto... se decía que era una atorranta la que salía con un hombre comprometido. Como ella estaba sola se veían a escondidas en la entrada de su casa antes de que lleguen todos, pero un día si mal no recuerdo el padre se enteró de que seguía con él y la gopeó. Llorando lo llamó a él y le dijo que quería irse, irse con él, escaparse... y así fue.
Estuvieron viviendo con una tía de Pablo, mientras todos la buscaban y sólo un hermano sabía de ella y donde estaba pero era un"compinche" y nunca la delataría. Después pasaron a irse a vivir a la vuelta de la casa de ella cuando los padres un poco asumido tenía el hecho de que ella se haya ido, y no sé bien si realmente sabía que ella estaba ahí o no.
A los diecisiete ella estaba embarazada de él, la llevaron a hospital y tuvieron a mi tía Gabriela (dos años después a mi papá) pero ella era menor y no podía irse del hospital sin autorización de sus padres. Mi abuelo tomó valor y fue a hablar con su suegra. Fueron a verla y como si nada hubiera pasado antes ella salió del hospital y siguió viviendo con él, y todos felices...

Un poco rara y linda, como para una novela estab mientras me la contaba toda pero bien detallada con anécdotas de por medio, de regalos que él le hizo, etc. Y hoy, más de ciencuenta años de estar juntos, siguen siendo tan lindos compartiendo unos mates, una charla, peleando por estupideces que te hacen reir diciéndo "viejo choto" y "vieja boluda" y riéndose luego.
Son hermosos mis abuelos, y los amo con el alma entera.j