Escuchar esas palabras otra vez, sentir que hay esperanzas de volver a lo de siempre... me hace tan bien.
Extrañaba cada una de esas cosas, pero igual tengo miedo de volver a no saber de vos, de volver a tener que esperar.
Verte en persona fue más raro de lo que pensé y me costó mucho estar parada a metros tuyos sin no poder correr e ir a abrazarte como solía hacer. Lo único que quería era irme, pero quedarme por si un milagro ocurría.
Quería saber que pensabas, si me odiabas al verme cuando quedabas callado o si me extrañabas y querías abrazarme como yo. Quería que una escena de una película romántica apareciera en ese momento pero interpretarla del lado de la amistad... y que me digas que me extrañaste, que hablemos. Pero eso nunca pasó ni iba a pasar ¿por qué tendría que ocurrir?
Me juré no ilusionarme pero es imposible en parte, porque estás pendiente y concentrada en quepasará.
No sé si estoy feliz o triste, porque a pesar de conocerte ya no puedo entender al cien por cien lo que pensas... sé y no sé lo que pensas de mi.
No te alejes, por favor, no quiero no saber de vos si en un día ya me acostumbré a lo que estaba acostumbrada, caer de nuevo no me hace bien. No te vayas...

Siempre me tuve bien presente que las esperanzas es lo último que hay que perder, que hay que estar siempre con fé en lo que uno quiere.
Después de días negros para mi donde recapacité mucho, aprendí a medirme en ciertas cosas y a pensar en otras, sucedió lo que quería que pase.
Me tembló todo cuando vi quién me estaba hablando, y quién había escrito mi apodo de la forma que solía decírmelo. Supe que después de todo lo lamentado había esperanzas de, quizás en un futuro, poder volver a lo de antes. Tampoco voy a apresurar las cosas, pero por lo visto no es la única vez que va a titilar esa ventana en la computadora, ni volver a vibrar mi celular con un mensaje suyo.

Aprendí todo este tiempo a valorar más la amistad de lo que ya lo hacía, a cambiar cosas de mi, y razonar muchas otras. Me cerré demasiado, como intentando protegerme; no sé si estara bien o mal pero necesito sentirme resguardada, no quiero más decepciones yo tampoco.
Aprendí muchas cosas de mi misma y de como soy con los demás, de cuanto doy y cuando recibo, de cuanto quiero dar y quiero recibir. Aprendí aún más que soy humana y me equivoco, y feo, pero es parte de la vida y si sucedió por algo fue... por lo menos me dejó una gran enseñanza.

Me di cuenta que realmente después de la tormenta brilla el sol, o por lo menos un rato está brillando... ojalá no se nuble de nuevo.

Hace meses que no leía esa carta que me hiciste a principio de año, y volví a llorar y sonreír pero esta vez con algo incluído: dolor.
Sé que cada palabra en ella es cierta, sé que estás agradecido por todo lo que hice por vos (inconscientemente, porque yo ni imaginaba que te hacía bien). No me puedo perdonar ese error, me hago cargo de él y de todos los que cometí a lo largo de mi vida pero de este no me perdono...
Así como fui la primera persona en devolverte toda la alegría, como vos dijiste siempre y acá dice, quiero seguir alegrándote la vida con mi amistad y lo mucho que me faltaba por darte, opr demostrarte y agradecerte. Llegaste a mi vida en el momento más necesario para alegrar cada mañana y sacarme una sonrisa en cualquier momento de dolor, porque lo hacías. Llegaste cuando muchos se fueron y me sentía " a la deriva" por así decirlo, en cierto aspecto.
Eras y sos diferente, no sos de esos amigos que demuestran mucho personalmente y por eso yo pensaba que era una amistad más pero esta carta que ahora tengo apoyada en mis piernas explica todo lo que signifiqué en algún momento para vos (y espero seguir significando pero de otra forma) y noté que en realidad tu forma de ser era así, y me acostumbré y por más que cara a cara no hicieramos otra cosa que reir y molestarnos yo llegué a entenderte bien y entener todo lo que pensabas... porque sos mi amigo.
Extraño todos los mensajes tontos que nos mandábamos y las demostraciones de cariño. Extraño las conversaciones por msn, jugar con las manos ya sea a golpes o juegos tontos, las conversaciones, tus "que mujer" "ay ailu ailu" "mira vos", las veces que me decías "y bueno venite a casa" cuando era recontra tarde (cosa que nunca pude hacer pero prometí que iba a hacerlo algún día, que iba a decirte "ya me tomo un remis" e iba a aparecer en tu casa y nunca pude hacerlo).
Te extraño, no puedo mirar el cuadro de Bariloche que tengo acá colgado porque me hace acordar a todo el viaje que pasamos, la ida sentados juntos y yo mariconeando que tenía miedo, vos cuidándome del guís porque no confiabas en él; la habitación, las noches de boliche, las veces que me cuidaste en mis malos estados y literalmente me salvaste la vida cuando casi me suicido por la ventana (jaja). Extraño que te rias mucho cuando iba agarrada de tu brazo para no caerme en la nieve y yo me caía igual, las veces que me tiraste; cuando iba a tu habitación a hacer nada, porque no hacíamos nada o vos venías a "visitarme" a mi/tu habitación. Las charlas antes de dormir, la historia que me dejó helada sobre tus alergias y que prometí siempre hacer que te cuides con respecto a eso. La primera vez que me dijiste que me querías cara a cara que fue en Bariloche, que empecé a molestarte y después saltar porque sé que te da vergüenza y te poner rojo y yo decía "me lo dijiste, me lo dijiste".
Un hermano vas a seguir siendo para mi, por escucharme, por molestarme, por cargarme, por cuidarme, por pelearnos, por amigarnos, por siempre estar cuando te necesité.
Gracias, amigo... fuiste más de lo que pude pedir. Nunca te voy a olvidar.

Que tonta fui, como pude equivocarme así. Y ahora no estás, ahora ya te fuiste y te perdí...
Pasa el tiempo e imagino que esto no pasó, pasa el tiempo y espero señales tuyas. ¿Será muy pronto todavía o realmente no sabré nada tuyo? tengo la esperanza, la mínima fé de que el destino nos va a volver a cruzar de la misma forma y que volveremos a lo de antes. Tengo fé en que esto no va a terminar acá, a pesar de mis errores, de lo espontánea que soy yo sé, como dijiste, que no te vas a olvidar y tarde o temprano volveremos a hablar...
Extraño muchas cosas y recuerdo muchas más; sonrío cuando las pienso pero no puedo evitar llorar... Es que cuando se va un amigo se te va parte del corazón, y a mi me hace falta un pedazo.

Falta muchos por poner y no voy a nombrar a todos, fui poniendo las fotos que encontraba y con algunos no tengo, pero cada uno sabe si le corresponde o no esta entrada.

Gracias a todos por ser como son conmigo, por estar cuando uno los necesita y por aparecer en el momento indicado.

Algunos se irán, oros se quedarán, quién sabe hasta cuando, espero que mucho.

¡Feliz día!

Te sigo el final del rap anterior

no va a ser igual pero si con más calor.

Esto si es vivaz y candente

no lo calmo ni con agua de fuente.

Cuando me pinta la locura busco un encendedor

y así con mis amigos paso una noche mejor.

OCB siempre es mi guía

y no solo te hablo de noche, ni te cuento de día.

De la hierba te puedo decir

que no es lo que los medios hacen difundir.

Marihuana no se trata de una droga ilegal,

la mota es una planta santa y espiritual.

El faso en la villa está rebajado,

ahora hay tranzas hasta en autos, sabes que son? retardados.

Con mi rap quiero pedir

lo que el gobierno quiere impedir.

Con mi rap pido legalización

para disfrutar de mi ritual con respeto y honor.

Y así termina esta petición, esta es mi canción;

y te la termino con la palabra santa:

LEGALIZACIÓN.

Rap Esteban

Hola, que tal, a mi me dicen el Gordo Andreo

si, soy gordo y vigilante, pero mira como rapeo.

De pendejo en la calle yo aprendí

y aunque todos lo desmientan a esos gatos los corrí.

Esos loquitos que se hacen llamar el pasaje

y te digo lo mismo, se hacen los nabos con su lenguaje.

Si hay algo que al gordo le sobra en este mundo es aguante

pero eso ya es un tema aparte.

Quiero hablarte de Ailu, che! No paro de pensarte,

lo único que me importa en la vida es amarte,

besarte, tocarte, culearte, chuparte, colarte,

y te lo digo todo con te.

Aunque no sepa como esta rima empecé

quiero que veas como la terminaré.

Che gato de cementerio ya me vas a conocer,

al Gordo Andreo nadie puede correr.