Amo toda tu figura, modelo de lo increíble, bellaza y virtud en una; tu soltura perdona, no dejas morir a nadie, y vas sembrándonos ilusiones. Tu no sabes lo que causas creo que aún no te has dado cuenta, haces que la gente agradezca tu existencia. Te amo, más que a un nuevo mundo, más que a un día perfecto, más que a un suave vino, más que a un largo sueño, más que a la balada de un niño cantando, más que a mi música, mas que a mis años, más que a mis tristezas, mas que a mis quehaceres, más que a mis impulsos, mas que a mis placeres, más que a nuestro juego preferido, más aun que esto te amo. Amo toda tu persona, parábola de la vida, poderosa cenicienta. Tu destreza para amarnos, no olvidas dolor de nadie y te desvives por alegrarnos. No has notado lo que eres y me aferro a que lo notes; haces que las rosas se peleen por ser tu broche.
Te amo, más que a un nuevo mundo, más que a un día perfecto, más que a un suave vino, más que a un largo sueño, más que a la balada de un niño cantando, más que a mi música, mas que a mis años, más que a mis tristezas, mas que a mis quehaceres, más que a mis impulsos, mas que a mis placeres, más que a nuestro juego preferido, más aun que esto te amo. Más que a un largo viaje, más que a un bello campo, más que un viejo amigo, más que a cualquier santo, más que a tu pureza adornada de robles, más que a tu tenacidad que no se rompe, más que a tu alegría, más que a tus colores, más que a tu sensualidad que crees que escondes, más que a nuestro beso primero, más aún que esto; te amo.
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